Informe del Centro Carter sobre las elecciones en Venezuela: «No fueron democráticas»
La organización destacó que la CNE, que dio por ganador a Nicolás Maduro a falta de más de dos millones de votos por computar, no anunció los resultados desglosados por mesa, lo que «constituye una grave violación de los principios electorales».
Explicó además que el proceso electoral «no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional».
De acuerdo al Centro Carter, las elecciones se desarrollaron «en un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación» y durante del proceso, las autoridades del CNE «mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición».
Agregó además que, la actualización del registro de electores «se realizó con numerosos inconvenientes», como «plazos muy cortos, relativamente escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información y difusión públicas».
El problema -sigue el Centro Carter- «se agravó en el exterior, donde los ciudadanos enfrentaron barreras legales desmedidas, incluso arbitrarias, para inscribirse en el padrón en el extranjero».
Además, aseguró, el registro de partidos y candidatos «tampoco se adecuó a estándares internacionales» y, en años recientes, las formaciones opositoras «han sufrido intervenciones judiciales en desmedro de sus liderazgos social y políticamente más reconocidos para beneficiar a personas afines al gobierno, influyendo sobre la conformación de sus candidaturas».
La organización también recordó también, «de manera aún más importante», que la inscripción de la candidatura de las principales fuerzas de oposición «se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos».
El Centro Carter destacó que la campaña electoral se desarrolló «con un notable desequilibrio a favor del Gobierno en todos los campos. La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor».