En esa misma ceremonia, el papa León XIV también canonizó a otros cinco santos: el arzobispo Ignacio Choukrallah Maloyan, mártir armenio asesinado durante el genocidio de inicios del siglo XX; Peter To Rot, laico de Papúa Nueva Guinea ejecutado en 1945; las religiosas italianas Vincenza Maria Poloni y Maria Troncatti; y el laico italiano Bartolo Longo.
La tradición impone que para ser canonizado sea necesario haber realizado dos milagros, llevar fallecido al menos cinco años y haber llevado una vida cristiana ejemplar.
El papa León XIV cerró la homilía pidiendo que el ejemplo de los nuevos santos inspire a las comunidades en la vocación hacia la santidad.